Otra alternativa, otra idea y otro invento jaja. Ya había usado en otra ocasión la harina de garbanzo y aunque a mi peque ya le he introducido el huevo, quería probar como salía la «tortilla» usando esta harina.
Había visto algunas recetas usando este tipo de harina y en muchas trituraban todos los ingredientes, pero yo en esta ocasión he preferido dejar el calabacín que se vea. La peque al verlo, separaba el calabacín y le quitaba la piel, vamos que ha estado un rato entretenida jajaja. Pero lo ha probado todo y se ha comido una casi entera.
Estos son los ingredientes y de la manera que las he hecho, si las probáis ya me contareis que tal os han salido.
1/2 calabacín (con piel), 1/2 vaso de harina de garbanzos, 1/2 vaso de agua y 1 pizca de pimienta negra molida.
Precalentamos el horno a 180º . Ponemos una cucharada de AOVE en la bandeja del horno, lavamos el calabacín y lo cortamos en rodajas de 1cm y las ponemos en la bandeja, añadimos otras cucharada de AOVE por encima y lo ponemos durante unos 10 minutos a 200º
En un bol ponemos el agua y la harina y batimos bien hasta que no queden grumos. Cuando el calabacín esté echo le ponemos una pizca de pimienta negra molida por encima.
En una sartén ponemos un poco de AOVE y cuando esté caliente ponemos 2 cucharadas de la mezcla del agua con la harina y por encima 3 o 4 trozos del calabacín, esperamos unos segundos y le damos la vuelta para hacerlo del otro lado y listo!
Nota: Cuando pongáis la mezcla de la masa en la sartén extenderlo con la cuchara para que la tortilla no sea muy gruesa. Se hacen bastante rápido.
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